Sala III. Alimentación


Las mujeres ibéricas y mesoamericanas debieron participar en muchas de las tareas cotidianas que ayudaban al sustento de la comunidad. Intervinieron en las tareas agrícolas relacionadas con el cultivo de los huertos, la recolección de plantas y frutas silvestres. Ellas serían las encargadas de garantizar la supervivencia del grupo familiar, almacenando y distribuyendo las provisiones de manera que la despensa durara hasta la siguiente cosecha y prevenir, entre otras cosas, las enfermedades por desnutrición. Fueron también las encargadas de transmitir, generación tras generación, las pautas culturales de la alimentación que se aprenden durante la infancia.

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