Sala VI. Matrimonio, linaje y reemplazo generacional

Las uniones matrimoniales en la cultura ibérica tuvieron por objeto perpetuar las casas ya que las familias eran la base de la incipiente vida urbana. En Mesoamérica sirvieron para consolidar los linajes patriarcales. En ambas sociedades, las bodas fueron una importante transacción económica expresada en la dote y en el intercambio de regalos. Los esponsales de las familias más importantes debieron convertirse en celebraciones públicas. Uno de los roles fundamentales de las mujeres fue la reproducción biológica y social, existiendo divinidades femeninas a las que se les solicitaba un buen embarazo, parto y lactancia. Pero la maternidad conllevaba, además, una serie de actividades y trabajos necesarios para mantener con vida a los niños que acaban de nacer y procurar su crianza y desarrollo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario